"La contrarrevolución reaganiana y tacheriana dieron pié al triunfo sin paliativos del capitalismo global"
"El estrellato comercializado y el despotismo del mercado ha estragado el gusto por la cultura auténtica, la de las artes, la música, la literatura, la filosofía, la búsqueda de la trascendente, cuya adquisición, conservación y prolongación requiere esfuerzos y humildad para reconocer que lo que tenemos lo hemos heredado y sólo sobre los hombros de aquellos gigantes, podemos empezar a ser originales, a crear".
"El estrellato comercializado y el despotismo del mercado ha estragado el gusto por la cultura auténtica, la de las artes, la música, la literatura, la filosofía, la búsqueda de la trascendente, cuya adquisición, conservación y prolongación requiere esfuerzos y humildad para reconocer que lo que tenemos lo hemos heredado y sólo sobre los hombros de aquellos gigantes, podemos empezar a ser originales, a crear".
Los
augurios son pesimistas. La postración que sume Europa en la
desesperanza se alarga y no se ve ningún signo de mejoría. ¿Por
cuánto tiempo?. ¿O acabará desapareciendo ese espíritu europeo,
que antaño se creyó orgulloso dominador del mundo y hoy yace casi
en el pudridero?.
Para
analizar la cuestión, conviene hacer un diagnóstico del mal
profundo que nos corroe y que tiene muchos síntomas y causas:
*El
INVIERNO DEMOGRÁFICO. Cada vez más, Europa se ha convertido en un
inmenso asilo de ancianos medrosos. La caída en picado de la tasa de
natalidad y la prolongación de la vida, convierte las sociedades
europeas en una pirámide demográfica invertida. Arriba, una inmensa
multitud de viejos y en en el pico inferior un puñado escaso de
niños. Viejos que sólo ansían parecer jóvenes, eternos
adolescentes que se niegan a reconocer los límites que les imponen
sus edades avanzadas y a transferir la experiencia de sus años.
*Un
FASCISMO DE LA VULGARIDAD, en expresión de Steiner. El estrellato
comercializado y el despotismo del mercado ha estragado el gusto por
la cultura auténtica, la de las artes, la música, la literatura, la
filosofía, la búsqueda de la trascendente, cuya adquisición,
conservación y prolongación requiere esfuerzos y humildad para
reconocer que lo que tenemos lo hemos heredado y sólo sobre los
hombros de aquellos gigantes, podemos empezar a ser originales, a
crear. Nos hemos convertido en esclavos de la moda, de lo efímero,
apreciado tan sólo en función de su precio en el mercado.
*Las
XENOFOBIAS, los odios hacia el extranjero, hacia el que viene de
fuera, hacia el que busca en nuestro suelo, la paz, el trabajo y el
pan que no encuentra en su tierra de origen. Odio sólo atemperado,
cuando el extranjero resulta que es rico y viene aquí a gastarse sus
dineros.
*LA
VACA SAGRADA de Europa es el ESTADO-NACIÓN. Nacido por la conjunción
de la forma estatal del poder político con el mito de la soberanía
nacional. Mito que, si en el siglo XIX y XX podía sostenerse sin que
se viera que el rey estaba desnudo, hoy ya no puede sustentarse
cuando en un mundo globalizado, sus desnudeces saltan a la vista de
todos.
*Los
NACIONALISMOS, grandes o chicos, banales o emergentes, centrípetos o
periféricos. Su entraña exclusivista, hacia dentro dentro y hacia
fuera, intenta congelar y convertir unas diferencias específicas en
esencia de una nación que intenta definir más sobre los propios que
sobre los extraños. Convierte en sagradas las fronteras para
incrustarlas en las mentes de sus educandos y ciertos hechos
históricos, reales o no, que se convierten en fundantes de la nación
por ellos creada.
*EL
NO RECONOCIMIENTO de la PLURALIDAD esencial de Europa a lo largo de
su historia. Pluralidad con múltiples aspectos. Uno de ellos, el
lingüístico. Como decía Steiner. “No hay lenguas pequeñas. Cada
lengua, contiene, explora y transmite no solamente una carga única
de recuerdos vividos, sino también la energía en desarrollo que
poseen sus formas verbales de futuro, una potencialidad para el
mañana. La muerte de una lengua es irreparable, disminuye las
posibilidades del hombre...Europa, en verdad, perecerá, si no lucha
por sus lenguas, sus tradiciones locales, y sus autonomías sociales.
Si se olvida que Dios está en el detalle”. Plurales también son
sus raíces: filosofía griega, religión bíblica y derecho romano.
Y con tres grandes ámbitos: el mundo latino, el germánico y el
eslavo.
*EL
NEOLIBERALISMO. La caída el muro del Berlín y la contrarrevolución
reaganiana y tacheriana dieron pié al triunfo sin paliativos del
capitalismo global. La traición de conservadores y socialdemócratas
a sus ideologías respectivas consumaron su triunfo en Europa. El
gran pacto social que cristalizó en el Estado del Bienestar,
iniciado por Beldevere en Gran Bretaña y Bismark en Alemania y
desarrollado por la socialdemocracia, sobre todo después de la 2ª
guerra mundial, está hoy en franco retroceso. Las consignas
privatizadoras, la deslocalización de empresas, la corrupción
galopante y las políticas austericidas para hacer frente a la crisis
provocada por el capitalismo especulativo, están liquidándolo. El
último dogma, la libertad total de mercado, quiere plasmarse en
Tratados Internacionales que, junto a los paraísos fiscales y el
fraude generalizado a las leyes tributarias, podrían acabar con sus
restos. El resultado de todo ello es un desequilibrio social cada vez
más acusado con la aparición de bolsas crecientes de pobreza en
suelo europeo.
¿Podrá
renacer Europa?. ¿Será capaz de volver a sus raíces plurales,
cristalizadas en los Derechos Fundamentales de las Personas?. ¿Podrán
las sociedades europeas, cada vez más heterogéneas, en las que
coexisten premodernos, modernos ilustrados, posmodernos escépticos y
pos-posmodernos hermenéuticos, vivir la unidad de eso valores
comunes en una convivencia basada en el respeto recíproco?. ¿Seremos
capaces los europeos de hoy, de superar políticamente tanto los
Estados-nación como las Instituciones de esa Unión Europea, hecha a
medida de los grandes mercaderes, en un federalismo hacia abajo y
hacia arriba, colaborador y cooperante?. ¿Sabremos pedir perdón por
los crímenes que hemos cometido, a veces apelando a nuestros
valores, y perdonar también los que han cometido contra nosotros,
sin olvidar esos hechos imborrables que deben avergonzarnos para que
su lección impida su repetición. ¿Estaremos dispuestos tanto a
asumir que somos una sociedad mestiza, forjada históricamente por
influencias de todo tipo, para abrirnos a las nuevas aportaciones, y
así aceptar con humildad y humor nuestro papel dentro de la
humanidad?.
Los
augurios son pesimistas. La postración que sume Europa en la
desesperanza se alarga y no se ve ningún signo de mejoría. ¿Por
cuánto tiempo?. ¿O acabará desapareciendo ese espíritu europeo,
que antaño se creyó orgulloso dominador del mundo y hoy yace casi
en el pudridero?.
Para
analizar la cuestión, conviene hacer un diagnóstico del mal
profundo que nos corroe y que tiene muchos síntomas y causas:
*El
INVIERNO DEMOGRÁFICO. Cada vez más, Europa se ha convertido en un
inmenso asilo de ancianos medrosos. La caída en picado de la tasa de
natalidad y la prolongación de la vida, convierte las sociedades
europeas en una pirámide demográfica invertida. Arriba, una inmensa
multitud de viejos y en en el pico inferior un puñado escaso de
niños. Viejos que sólo ansían parecer jóvenes, eternos
adolescentes que se niegan a reconocer los límites que les imponen
sus edades avanzadas y a transferir la experiencia de sus años.
*Un
FASCISMO DE LA VULGARIDAD, en expresión de Steiner. El estrellato
comercializado y el despotismo del mercado ha estragado el gusto por
la cultura auténtica, la de las artes, la música, la literatura, la
filosofía, la búsqueda de la trascendente, cuya adquisición,
conservación y prolongación requiere esfuerzos y humildad para
reconocer que lo que tenemos lo hemos heredado y sólo sobre los
hombros de aquellos gigantes, podemos empezar a ser originales, a
crear. Nos hemos convertido en esclavos de la moda, de lo efímero,
apreciado tan sólo en función de su precio en el mercado.
*Las
XENOFOBIAS, los odios hacia el extranjero, hacia el que viene de
fuera, hacia el que busca en nuestro suelo, la paz, el trabajo y el
pan que no encuentra en su tierra de origen. Odio sólo atemperado,
cuando el extranjero resulta que es rico y viene aquí a gastarse sus
dineros.
*LA
VACA SAGRADA de Europa es el ESTADO-NACIÓN. Nacido por la conjunción
de la forma estatal del poder político con el mito de la soberanía
nacional. Mito que, si en el siglo XIX y XX podía sostenerse sin que
se viera que el rey estaba desnudo, hoy ya no puede sustentarse
cuando en un mundo globalizado, sus desnudeces saltan a la vista de
todos.
*Los
NACIONALISMOS, grandes o chicos, banales o emergentes, centrípetos o
periféricos. Su entraña exclusivista, hacia dentro dentro y hacia
fuera, intenta congelar y convertir unas diferencias específicas en
esencia de una nación que intenta definir más sobre los propios que
sobre los extraños. Convierte en sagradas las fronteras para
incrustarlas en las mentes de sus educandos y ciertos hechos
históricos, reales o no, que se convierten en fundantes de la nación
por ellos creada.
*EL
NO RECONOCIMIENTO de la PLURALIDAD esencial de Europa a lo largo de
su historia. Pluralidad con múltiples aspectos. Uno de ellos, el
lingüístico. Como decía Steiner. “No hay lenguas pequeñas. Cada
lengua, contiene, explora y transmite no solamente una carga única
de recuerdos vividos, sino también la energía en desarrollo que
poseen sus formas verbales de futuro, una potencialidad para el
mañana. La muerte de una lengua es irreparable, disminuye las
posibilidades del hombre...Europa, en verdad, perecerá, si no lucha
por sus lenguas, sus tradiciones locales, y sus autonomías sociales.
Si se olvida que Dios está en el detalle”. Plurales también son
sus raíces: filosofía griega, religión bíblica y derecho romano.
Y con tres grandes ámbitos: el mundo latino, el germánico y el
eslavo.
*EL
NEOLIBERALISMO. La caída el muro del Berlín y la contrarrevolución
reaganiana y tacheriana dieron pié al triunfo sin paliativos del
capitalismo global. La traición de conservadores y socialdemócratas
a sus ideologías respectivas consumaron su triunfo en Europa. El
gran pacto social que cristalizó en el Estado del Bienestar,
iniciado por Beldevere en Gran Bretaña y Bismark en Alemania y
desarrollado por la socialdemocracia, sobre todo después de la 2ª
guerra mundial, está hoy en franco retroceso. Las consignas
privatizadoras, la deslocalización de empresas, la corrupción
galopante y las políticas austericidas para hacer frente a la crisis
provocada por el capitalismo especulativo, están liquidándolo. El
último dogma, la libertad total de mercado, quiere plasmarse en
Tratados Internacionales que, junto a los paraísos fiscales y el
fraude generalizado a las leyes tributarias, podrían acabar con sus
restos. El resultado de todo ello es un desequilibrio social cada vez
más acusado con la aparición de bolsas crecientes de pobreza en
suelo europeo.
¿Podrá
renacer Europa?. ¿Será capaz de volver a sus raíces plurales,
cristalizadas en los Derechos Fundamentales de las Personas?. ¿Podrán
las sociedades europeas, cada vez más heterogéneas, en las que
coexisten premodernos, modernos ilustrados, posmodernos escépticos y
pos-posmodernos hermenéuticos, vivir la unidad de eso valores
comunes en una convivencia basada en el respeto recíproco?. ¿Seremos
capaces los europeos de hoy, de superar políticamente tanto los
Estados-nación como las Instituciones de esa Unión Europea, hecha a
medida de los grandes mercaderes, en un federalismo hacia abajo y
hacia arriba, colaborador y cooperante?. ¿Sabremos pedir perdón por
los crímenes que hemos cometido, a veces apelando a nuestros
valores, y perdonar también los que han cometido contra nosotros,
sin olvidar esos hechos imborrables que deben avergonzarnos para que
su lección impida su repetición. ¿Estaremos dispuestos tanto a
asumir que somos una sociedad mestiza, forjada históricamente por
influencias de todo tipo, para abrirnos a las nuevas aportaciones, y
así aceptar con humildad y humor nuestro papel dentro de la
humanidad?.
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