S.M. Don Carlos Javier: "Y si eso es ser princesa roja, necesitamos muchas más princesas rojas".
El pasado 06 de junio de 2015, S.M. Don Carlos Javier de Borbón pronunció el siguiente discurso en honor a su tía la Infanta de las Españas y Alteza Real Doña María Teresa de Borbón Parma. Luchadora infatigable, defensora del carlismo progresista, socialista y de izquierdas junto a su difunto hermano, quien fuera nuestro Rey don Carlos Hugo I de Borbón.
s.m. don carlos javier de borbón
16 de junio de 2015

S.A.R. Doña María Teresa de Borbón
Amigos:
hoy rendimos homenaje a la infanta María Teresa, a quien tanto debe
el Carlismo. Hablando de Teresa muchos carlistas recordarán a la
Princesa de Beira, María Teresa de Braganza, como símbolo de la
fortaleza en momentos difíciles. Qué decir de las mujeres
ejemplares que tanto dieron a nuestro pueblo. Hay nombres que
llevamos en el corazón, Margarita, María de la Nieves. De ese
conjunto forma parte nuestra María Teresa. Gracias tía, profesora,
doctora. Gracias en nombre de mi padre, de mi familia y en el de
todos nosotros, los leales, amigos y hasta algunos buenos enemigos.
Estamos en una época cuya turbulencia solo puede comprenderse si
cambiamos la mentalidad. Lo decía tu hermano, mi padre. Cuando se
refería a lo que es el estado nación ahora, dijo, el Carlismo veía
detrás del estado nación la destrucción de las libertades por la
acción del absolutismo y del dinero. La Historia muestra que el
poder siempre tiende a crecer, y este crecimiento descontrolado es
en gran parte la causa de la crisis que padecemos. Responsabilidad
moral que no ejecutamos. Una crisis cuya base es fundamentalmente
moral y ética. Y fueron mayoritariamente carlistas los que previeron
el desbarajuste actual. También sabemos que si falta el espíritu
foral nadie podrá embridar el poder que, desde la monarquía
absoluta hasta el actual estado absoluto, ha ido recortando las
libertades.
Hemos
de tener en cuenta que los distintos nacionalismos excesivos de hoy,
nacionalismos de todo tipo, cuidado, son los que dificultan el
proceso federativo de la construcción de Europa, como también lo
hacen quienes mantienen el viejo centralismo. Carlos Hugo gustaba de
repetir el dicho de los navarros, que tienen muchos buenos dichos,
“preferimos estar mal administrados por nosotros mismos, que bien
administrados por otros”. Fue ese espíritu foral el que inspiró
a María Teresa para ir a estudiar a Pamplona. Como es la falta del
espíritu foral y participativo la que ha creado el hartazgo político
que muestran las campañas electorales de hoy en día.
Al
desaparecer la vinculación con la propia tierra, brota un
individualismo que impide preocuparse por las cosas comunes, que
impide preocuparse por la justicia social, como expresó tan bien
María Teresa. Tristemente es el egoísmo político el que produce la
corrupción. Frente a esa desgracia hay que proclamar el idealismo y
la generosidad sin las cuales la democracia no existe, o no es más
que una palabra vacía, la retórica democrática. De ahí viene la
exigencia de celebrar este homenaje a una Princesa generosa y
constante. Su ejemplo en estos tiempos tan mezquinos nos estimula
también a una acción cuya bandera lleva escrito el lema, “por el
bien de los demás”.
Mi
querida María Teresa, mi querida tía, tienes un carácter
espectacular. Cuando yo era un Carlos Javier pequeñito, a veces te
tenía un poco de miedo, muy estricta podías ser. Lentamente, al
crecer, vi que tu carácter formaba parte de una dedicación
absolutamente auténtica. Hubieras podido vivir una vida como una
princesa, de lujo. No. Has escogido una vida militante e intelectual.
Para ayudar a otros, con grandes sacrificios.
La
fortaleza, tu intelecto, el coraje intelectual que tú has tenido te
ha hecho muchos enemigos, menos mal. Sin enemigos no llegas a superar
las fronteras, y tu las has superado. Cuidado, tus enemigos se
equivocan porque has movido a la gente, has llegado a despertar las
mentes y las ilusiones. Es un regalo que nos has dado a todos
nosotros, enorme, Y, además, has desarrollado una vida intelectual,
no a los dieciocho años cuando la mente aún es flexible, lo has
seguido haciendo mucho más tarde, en tu doctorado.
Encuentro eso
fantástico, toda la vida has estado aprendiendo, nunca has parado,
hasta ayer, hasta hoy, de seguro mañana vienes con cosas nuevas. Eso
es impresionante. La capacidad de aprender y comprender ya es
difícil cuando la mente es aún joven y flexible, pero tú tienes
una mente que sigue flexible hasta esa joven edad que tienes ahora.
Impresionante. Hasta has aprendido el árabe, que no es lengua fácil,
para mejor comprender la situación de esos países.
No
me acuerdo cuántos libros has escrito. Es impresionante que no
solamente los hayas hecho con una mentalidad flexible, abierta al
futuro, también con tesón hasta ponerlo en la práctica. Y que no
me hablen de la “princesa roja”. Que me hablen de una luchadora
íntegra por la justicia social, y no solo en España, también en el
ámbito internacional. Desde Biafra hasta Palestina, de México al
Magreb. Y si eso es ser “princesa roja”, necesitamos muchas más
princesas rojas.
Quisiera
agradecer a todos los que habéis venido y, especialmente, a todos
los que habéis acompañado en todo el camino de las últimas décadas
a mi tía y a toda nuestra Familia. Muchísimas gracias. Hemos
caminado juntos y seguiremos caminando juntos.
Como
Gran Maestre de la Orden de la Legitimidad Proscrita, querida María
Teresa, tengo el gran gusto y honor de imponerte la Gran Cruz de la
Legitimidad Proscrita. Por todos los sacrificios que has hecho para
el pueblo carlista.
s.m. don carlos javier de borbón
16 de junio de 2015
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S.A.R. Doña María Teresa de Borbón |
Amigos:
hoy rendimos homenaje a la infanta María Teresa, a quien tanto debe
el Carlismo. Hablando de Teresa muchos carlistas recordarán a la
Princesa de Beira, María Teresa de Braganza, como símbolo de la
fortaleza en momentos difíciles. Qué decir de las mujeres
ejemplares que tanto dieron a nuestro pueblo. Hay nombres que
llevamos en el corazón, Margarita, María de la Nieves. De ese
conjunto forma parte nuestra María Teresa. Gracias tía, profesora,
doctora. Gracias en nombre de mi padre, de mi familia y en el de
todos nosotros, los leales, amigos y hasta algunos buenos enemigos.
Estamos en una época cuya turbulencia solo puede comprenderse si
cambiamos la mentalidad. Lo decía tu hermano, mi padre. Cuando se
refería a lo que es el estado nación ahora, dijo, el Carlismo veía
detrás del estado nación la destrucción de las libertades por la
acción del absolutismo y del dinero. La Historia muestra que el
poder siempre tiende a crecer, y este crecimiento descontrolado es
en gran parte la causa de la crisis que padecemos. Responsabilidad
moral que no ejecutamos. Una crisis cuya base es fundamentalmente
moral y ética. Y fueron mayoritariamente carlistas los que previeron
el desbarajuste actual. También sabemos que si falta el espíritu
foral nadie podrá embridar el poder que, desde la monarquía
absoluta hasta el actual estado absoluto, ha ido recortando las
libertades.
Hemos
de tener en cuenta que los distintos nacionalismos excesivos de hoy,
nacionalismos de todo tipo, cuidado, son los que dificultan el
proceso federativo de la construcción de Europa, como también lo
hacen quienes mantienen el viejo centralismo. Carlos Hugo gustaba de
repetir el dicho de los navarros, que tienen muchos buenos dichos,
“preferimos estar mal administrados por nosotros mismos, que bien
administrados por otros”. Fue ese espíritu foral el que inspiró
a María Teresa para ir a estudiar a Pamplona. Como es la falta del
espíritu foral y participativo la que ha creado el hartazgo político
que muestran las campañas electorales de hoy en día.
Al
desaparecer la vinculación con la propia tierra, brota un
individualismo que impide preocuparse por las cosas comunes, que
impide preocuparse por la justicia social, como expresó tan bien
María Teresa. Tristemente es el egoísmo político el que produce la
corrupción. Frente a esa desgracia hay que proclamar el idealismo y
la generosidad sin las cuales la democracia no existe, o no es más
que una palabra vacía, la retórica democrática. De ahí viene la
exigencia de celebrar este homenaje a una Princesa generosa y
constante. Su ejemplo en estos tiempos tan mezquinos nos estimula
también a una acción cuya bandera lleva escrito el lema, “por el
bien de los demás”.
Mi
querida María Teresa, mi querida tía, tienes un carácter
espectacular. Cuando yo era un Carlos Javier pequeñito, a veces te
tenía un poco de miedo, muy estricta podías ser. Lentamente, al
crecer, vi que tu carácter formaba parte de una dedicación
absolutamente auténtica. Hubieras podido vivir una vida como una
princesa, de lujo. No. Has escogido una vida militante e intelectual.
Para ayudar a otros, con grandes sacrificios.
La
fortaleza, tu intelecto, el coraje intelectual que tú has tenido te
ha hecho muchos enemigos, menos mal. Sin enemigos no llegas a superar
las fronteras, y tu las has superado. Cuidado, tus enemigos se
equivocan porque has movido a la gente, has llegado a despertar las
mentes y las ilusiones. Es un regalo que nos has dado a todos
nosotros, enorme, Y, además, has desarrollado una vida intelectual,
no a los dieciocho años cuando la mente aún es flexible, lo has
seguido haciendo mucho más tarde, en tu doctorado.
Encuentro eso
fantástico, toda la vida has estado aprendiendo, nunca has parado,
hasta ayer, hasta hoy, de seguro mañana vienes con cosas nuevas. Eso
es impresionante. La capacidad de aprender y comprender ya es
difícil cuando la mente es aún joven y flexible, pero tú tienes
una mente que sigue flexible hasta esa joven edad que tienes ahora.
Impresionante. Hasta has aprendido el árabe, que no es lengua fácil,
para mejor comprender la situación de esos países.
No
me acuerdo cuántos libros has escrito. Es impresionante que no
solamente los hayas hecho con una mentalidad flexible, abierta al
futuro, también con tesón hasta ponerlo en la práctica. Y que no
me hablen de la “princesa roja”. Que me hablen de una luchadora
íntegra por la justicia social, y no solo en España, también en el
ámbito internacional. Desde Biafra hasta Palestina, de México al
Magreb. Y si eso es ser “princesa roja”, necesitamos muchas más
princesas rojas.
Quisiera
agradecer a todos los que habéis venido y, especialmente, a todos
los que habéis acompañado en todo el camino de las últimas décadas
a mi tía y a toda nuestra Familia. Muchísimas gracias. Hemos
caminado juntos y seguiremos caminando juntos.
Como
Gran Maestre de la Orden de la Legitimidad Proscrita, querida María
Teresa, tengo el gran gusto y honor de imponerte la Gran Cruz de la
Legitimidad Proscrita. Por todos los sacrificios que has hecho para
el pueblo carlista.
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