Monarcómanos y monarquistas se disputaron la orientación política y económica de la Corona en el siglo XVI
La Iglesia Católica, terminaría dando soporte al sistema capitalista, pues se apoyó en las familias nobles y en los mercaderes que vieron con horror la revolución luterana, cuando percibieron la adhesión de las masas campesinas al movimiento revolucionario comunal que instauraba las Iglesias nacionales fortaleciendo el Estado de "lo público" frente a los capitalismos privados e individuales, que terminaría defendiendo el catolicismo en la práctica.
LEGITIMISTA DIGITAL
02 de abril de 2015

Cristian II de Dinamarca
Respondiendo en internet sobre el mundo protestante; Dinamarca
es culturalmente Luterana, no Calvinista. Eso para empezar. Segundo,
en Dinamarca la revolución protestante del siglo XVI que destronó a
Cristian II, supuso el establecimiento y reforzamiento del poder del
Estado frente a los mercaderes de la Liga Hanseatica y los nobles
feudatarios.
Tercero,
Dinamarca se alimentó de la influencia del absolutismo del Estado a
través de la representación de éste por la Corona que representa y
representó "lo público" frente a "lo privado".
La
sociedad Danesa no es una sociedad autorreprimida. La sociedad
autorreprimida es la de influencia católica, y también la más
hipócrita. La influencia del protestantismo luterano trató de dar
coherencia a las creencias de los cristianos, pero mientras Dinamarca
no utilizaba su religión en el siglo XX para asesinar en nombre de
Dios, aquí en España hemos venido soportando una dictadura de 40
años y una prolongación sutil de la misma durante 30 años más. En
esos 40 años se mataba a gente en nombre de la religión católica,
que servía a la dictadura franquista de telón moral de fondo.
La
Iglesia Católica ha representado finalmente el baluarte del poder
económico de las familias privadas de la oligarquía, mientras que
el protestantismo luterano vino a nacionalizar y estatalizar bajo la
Corona las propiedades de esa oligarquía económica feudataria y
oligarquica.
En
cuanto a la justicia danesa, la Corona ejerció de
referente de ese poder. Y al obrar contra los feudatarios y elementos
privatizadores, terminó realizando la mayor justicia que podría
hacerse al pueblo.
En un principio, el
catolicismo tuvo una apariencia comunalista frente a una oligarquía
protestante, egoísta y capitalista, pero este resultado ocurrió en Inglaterra
y su City de Londres. El Anglicanismo no fue el resultado de una
revolución que terminara por reforzar el poder del Estado, al
contrario, en una primera fase las propiedades de los monasterios y
nobles católicos pasaron al Estado para posteriormente ser vendidos
al mejor postor en un proceso desamortizador ocurrido en el siglo XVI
con el famoso Enrique VIII de Inglaterra. Ese mismo proceso
desamortizador que benefició a las familias de la oligarquía
privada capitalista lo tuvimos en España durante el siglo XIX con la
Isabel "II" y sus descendientes. Así se establecería el
catolicismo liberal capitalista y la asociación entre catolicismo y
capitalismo.

Enrique VIII de Inglaterra
En
la Europa continental del siglo XVI, la aparición del
protestantismo luterano fue inicialmente el grito de protesta
independentista de los príncipes feudales frente al poder central
que representaba el Emperador Germánico, sin embargo a medida que la
revolución religiosa se extendía, ganaba adeptos entre el
campesinado que en muchas ocasiones arriaba la bandera protestante
religiosa contra los nobles y príncipes locales que a su vez habían
desafiado al Emperador. Los nobles y príncipes alemanes en muchos
casos, terminaron volviendo al catolicismo para aplastar las
rebeliones protestantes protagonizadas por el campesinado. Así
finalmente, el protestantismo luterano terminó siendo un baluarte
desde un punto de vista económico mucho más afín a unas
estructuras sociales y económicas comunitarias frente a la economía
capitalista de las grandes familias plutócratas volvieron su
fidelidad al Emperador.

Isabel "II" de España
Los
Reyes del norte de Europa sentían amenazada su independencia
respecto de la influencia que ejercía el poder imperial, sobretodo a
través de la Liga Hanseatica. Ésta, aunque era una confederación
de ciudades capitaneada por los mercaderes, no tenía inconveniente en
servir a los intereses del Emperador si ello les beneficiaba, y de
hecho la Hansa apoyó de buen grado la guerra contra el último rey
católico de Dinamarca, Cristian II. Estaba casado con una hermana
del famoso emperador Carlos V. La Hansa de mercaderes pensó que
apoyando la rebelión protestante de su primo Cristian III, le daría
el dominio y control privado de los recursos del país, pero no.
Resulta que la reforma protestante llevó a la formación de la
Iglesia Nacional de Dinamarca, y ello significó un reforzamiento del
poder del Estado frente a los feudatarios y a la oligarquía
capitalista que soñaba con debilitar el poder de la Corona. La
diferencia entre la monarquía española y la danesa, es que la
española sirvió a los intereses plutócratas privados de la
oligarquía, mientras el luteranismo danés hizo que la monarquía
fuese una institución protectora del pueblo y defendiera el estado público. El Carlismo fue la respuesta a ese capitalismo monarquista representado por la reina Isabel "II" de España, pues aglutinó una fuerte protesta campesina contra la desamortización de los bienes y tierras comunales que estaban siendo privatizados. El Carlismo representaban un concepto monarcómano de la Corona, por la defensa que hacía del comunal público frente a las privatizaciones de las desamortizaciones llevadas a cabo por los monarquistas liberales. Sin embargo, ha pesado en la historia el integrismo católico del movimiento carlista, que en realidad es una faceta o visión protestante del catolicismo. Si hubiera arraigado el protestantismo luterano en España, posiblemente el carlismo hubiera sido su representante político.
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02 de abril de 2015
![]() |
Cristian II de Dinamarca |
Respondiendo en internet sobre el mundo protestante; Dinamarca
es culturalmente Luterana, no Calvinista. Eso para empezar. Segundo,
en Dinamarca la revolución protestante del siglo XVI que destronó a
Cristian II, supuso el establecimiento y reforzamiento del poder del
Estado frente a los mercaderes de la Liga Hanseatica y los nobles
feudatarios.
Tercero,
Dinamarca se alimentó de la influencia del absolutismo del Estado a
través de la representación de éste por la Corona que representa y
representó "lo público" frente a "lo privado".
La
sociedad Danesa no es una sociedad autorreprimida. La sociedad
autorreprimida es la de influencia católica, y también la más
hipócrita. La influencia del protestantismo luterano trató de dar
coherencia a las creencias de los cristianos, pero mientras Dinamarca
no utilizaba su religión en el siglo XX para asesinar en nombre de
Dios, aquí en España hemos venido soportando una dictadura de 40
años y una prolongación sutil de la misma durante 30 años más. En
esos 40 años se mataba a gente en nombre de la religión católica,
que servía a la dictadura franquista de telón moral de fondo.
La
Iglesia Católica ha representado finalmente el baluarte del poder
económico de las familias privadas de la oligarquía, mientras que
el protestantismo luterano vino a nacionalizar y estatalizar bajo la
Corona las propiedades de esa oligarquía económica feudataria y
oligarquica.
En
cuanto a la justicia danesa, la Corona ejerció de
referente de ese poder. Y al obrar contra los feudatarios y elementos
privatizadores, terminó realizando la mayor justicia que podría
hacerse al pueblo.
En un principio, el
catolicismo tuvo una apariencia comunalista frente a una oligarquía
protestante, egoísta y capitalista, pero este resultado ocurrió en Inglaterra
y su City de Londres. El Anglicanismo no fue el resultado de una
revolución que terminara por reforzar el poder del Estado, al
contrario, en una primera fase las propiedades de los monasterios y
nobles católicos pasaron al Estado para posteriormente ser vendidos
al mejor postor en un proceso desamortizador ocurrido en el siglo XVI
con el famoso Enrique VIII de Inglaterra. Ese mismo proceso
desamortizador que benefició a las familias de la oligarquía
privada capitalista lo tuvimos en España durante el siglo XIX con la
Isabel "II" y sus descendientes. Así se establecería el
catolicismo liberal capitalista y la asociación entre catolicismo y
capitalismo.
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Enrique VIII de Inglaterra |
En
la Europa continental del siglo XVI, la aparición del
protestantismo luterano fue inicialmente el grito de protesta
independentista de los príncipes feudales frente al poder central
que representaba el Emperador Germánico, sin embargo a medida que la
revolución religiosa se extendía, ganaba adeptos entre el
campesinado que en muchas ocasiones arriaba la bandera protestante
religiosa contra los nobles y príncipes locales que a su vez habían
desafiado al Emperador. Los nobles y príncipes alemanes en muchos
casos, terminaron volviendo al catolicismo para aplastar las
rebeliones protestantes protagonizadas por el campesinado. Así
finalmente, el protestantismo luterano terminó siendo un baluarte
desde un punto de vista económico mucho más afín a unas
estructuras sociales y económicas comunitarias frente a la economía
capitalista de las grandes familias plutócratas volvieron su
fidelidad al Emperador.
![]() |
Isabel "II" de España |
Los
Reyes del norte de Europa sentían amenazada su independencia
respecto de la influencia que ejercía el poder imperial, sobretodo a
través de la Liga Hanseatica. Ésta, aunque era una confederación
de ciudades capitaneada por los mercaderes, no tenía inconveniente en
servir a los intereses del Emperador si ello les beneficiaba, y de
hecho la Hansa apoyó de buen grado la guerra contra el último rey
católico de Dinamarca, Cristian II. Estaba casado con una hermana
del famoso emperador Carlos V. La Hansa de mercaderes pensó que
apoyando la rebelión protestante de su primo Cristian III, le daría
el dominio y control privado de los recursos del país, pero no.
Resulta que la reforma protestante llevó a la formación de la
Iglesia Nacional de Dinamarca, y ello significó un reforzamiento del
poder del Estado frente a los feudatarios y a la oligarquía
capitalista que soñaba con debilitar el poder de la Corona. La
diferencia entre la monarquía española y la danesa, es que la
española sirvió a los intereses plutócratas privados de la
oligarquía, mientras el luteranismo danés hizo que la monarquía
fuese una institución protectora del pueblo y defendiera el estado público. El Carlismo fue la respuesta a ese capitalismo monarquista representado por la reina Isabel "II" de España, pues aglutinó una fuerte protesta campesina contra la desamortización de los bienes y tierras comunales que estaban siendo privatizados. El Carlismo representaban un concepto monarcómano de la Corona, por la defensa que hacía del comunal público frente a las privatizaciones de las desamortizaciones llevadas a cabo por los monarquistas liberales. Sin embargo, ha pesado en la historia el integrismo católico del movimiento carlista, que en realidad es una faceta o visión protestante del catolicismo. Si hubiera arraigado el protestantismo luterano en España, posiblemente el carlismo hubiera sido su representante político.
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