A mis queridos y leales
carlistas. Con motivo de la conmemoración de Nuestros Mártires este 10 de
Marzo, quiero recordar que los perdedores de nuestra Historia no son sólo los
que pagaron con la muerte, la cárcel o el exilio, lo son también los que, como
consecuencia de la derrota (la de ellos o la de sus padres), han malvivido en
el límite de la subsistencia.
Hemos oído contar a nuestro Padre las
peripecias de la vida de don Alfonso Carlos o la de nuestro abuelo don Javier.
Vosotros mismos, leales carlistas ¡Cuánto habéis padecido por vuestra lucha
junto a nuestra familia! Por todo ello ¡Gracias!
He querido, en este día, traer al recuerdo a
estos verdaderos Mártires, porque no podemos tolerar dejarlos caer en el
olvido. Quiero, en su honor, recuerdo y memoria, haceros unas reflexiones, tal
como he hecho en otras ocasiones, que puedan representar una pauta en nuestra
forma de ver y actuar.
En épocas de grandes cambios, muchos buscan
las soluciones en volver la vista atrás, conducir mirando exclusivamente el retrovisor.
Para avanzar, el retrovisor es importante, pero no suficiente. En España,
estamos en una total crisis y degeneración del sistema y, por ello, no es
sorprendente que algunos vuelvan a preguntarse "¿Qué piensan ahora los
carlistas?".
Ahora, como os decía, vuelve
a ser el momento de los ideales si se quiere superar el materialismo
individualista. Tampoco nosotros podemos temer las novedades por tener unas
fidelidades de larga trayectoria. Muchos de los que marcharon están volviendo.
Hemos de defender la
propiedad justa basada en el valor de la persona y de su trabajo, que hoy se
olvida en favor de la Ingeniería monetaria. Ya no son tiempos del absolutismo
de Estado en nombre de España. Las Españas no deben depender de una minoría que
se limita a criticar o aplaudir, sino de un pueblo que piensa.
Y ¿cómo se puede contribuir
a recuperar la justicia y la libertad?
En primer lugar, hablando. Hablando y dando a
conocer nuestras soluciones:
Las Federalistas.
Las de Subsidiariedad y
Autogestión Global.
Las de la Economía y
Cohesión Social que defendemos.
Las de la Constitución
Política que propugnamos
Las de la Función de la
Monarquía.
Los problemas, por difíciles
que sean, hay que hablarlos y, en primer lugar, han de hacerlo los máximos
responsables. Los que asumen la responsabilidad de ser líderes políticos.
Desgraciadamente, son muchas
las personas que esconden sus críticas en el silencio y creen que, con ello,
dan razón a su existencia. Hay que romper el silencio, que es una traición.
También lo es el no saber escuchar a nuestros compatriotas aunque tengan
ideales que no coinciden del todo con los nuestros.
Muchas democracias están en
decadencia porque sólo creen en la victoria de la mayoría. La democracia es
mucho más que tener el derecho a manifestar la propia opinión, o tener un
puñado de representantes más que los demás. Porque si no se trabaja por la
comunidad, no se es demócrata.
También es obligación
nuestra presentar una Democracia que, más que llenar de discursos, se hace
realidad actuando en defensa de los demás, frente a los que sólo se preguntan
¿qué me pasará a mí?, en lugar de decir ¿qué les pasará a todos?. Hay que dar
de sí, antes que pensar en sí. Esto es tan real a nivel personal, como a nivel
político internacional. Recordemos la frase famosa “quiero tanto a mi patria
que no puedo quererla solo a ella”.
Junto con toda nuestra
Familia, he querido, con estas reflexiones, hacer patente en este día dedicado
a los Mártires que su sacrificio no ha sido baldío, que seguimos en la defensa
de nuestros ideales. Por su memoria y en su recuerdo, una oración.
Carlos Javier de Borbón
Parma.
La Haya, 5 de marzo de 2015
Mártires de Zaragoza
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