La "lucha de clases" carlista
La defensa del pueblo frente a la oligarquía capitalista
LEGITIMISTA DIGITAL
17 de febrero de 2015
El
socialismo carlista nace en respuesta de los
bienes y propiedades desamortizadas por el proceso privatizador
liberal capitalista de la burguesía. No sólo los bienes y
tierras de la Iglesia fueron desamortizados y privatizados,
sino que habían numerosas propiedades comunales del pueblo
vinculadas a los municipios que eran de usufructo y propiedad
colectiva campesina. Estos bienes, viviendas y tierras comunales fueron
privatizadas a través del proceso desamortizador que concluyó con
la expropiación del campesinado y el enriquecimiento terrateniente, de aquellos que tenían capital financiero para adquirir los bienes
robados al pueblo.
La
Iglesia sufrió las desamortizaciones también pero enseguida fue
compensada con el presupuesto gubernamental otorgado al clero. Ello
puso al clero católico y a su alta jerarquía al servicio del nuevo
estado burgués capitalista que tenía comprada a la Iglesia,
mientras los curas rurales y la baja Iglesia se pasaron apoyar junto
al campesinado foralista, la aristocracia hidalga, nobles arruinados
y venidos a menos, a las banderas de don Carlos.
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Lucha de clases carlista |
Fue el pobrerío
interestamental el que conformó la amalgama contra el capitalismo,
así el Carlismo fue el primer grito de socialismo campesino contra
la revolución capitalista de la burguesía. El historiador Josep
Fontana explica la adhesión de las masas campesinas a la Causa
Carlista con verdadero entusiasmo, esperando justicia de erradicar
toda desamortización privatizadora con el objetivo que les
devolvieran sus bienes y tierras comunales.
"... los intereses del campesinado fueron sacrificados y amplias capas de labriegos españoles (que anteriormente vivían en una relativa prosperidad y vieron ahora afectada su situación por el doble juego de la liquidación del régimen señorial en beneficio de los señores, y del aumento de los impuestos), se levantarían en armas contra una revolución burguesa y una reforma agraria que se hacían a sus expensas, y se encontrarían, lógicamente, del lado de los enemigos de estos cambios: del lado del carlismo."
(Fontana, 1973: 162. Cambio económico y actitudes políticas en la España del siglo XIX, Ariel)
(Fontana, 1973: 162. Cambio económico y actitudes políticas en la España del siglo XIX, Ariel)
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