La vida se convierte en una desilusión y decepción constante en muchas cosas cuando se deriva del idealismo al ignorar e inventar la realidad.
Cuando el resultado no es lo que debería ser, sino lo que es, esa realidad
produce no sólo frustación sino decepción.
Así, el ser humano ha tratado siempre de explicar el origen
de todo y su vida concreta tanto individual como colectiva en la existencia de
un Dios. Los adultos han interiorizado esa idea de Dios trasmitida a través de
los tiempos, y como a niños se les ha contado la existencia de los “Reyes Magos”.
Qué enorme decepción produce en los niños ese descubrimiento cuando se enteran
que los “Reyes Magos” no existen y que todo fue producto de una manipulación de
la ilusión, de una mentira. Para entender a los decepcionados de Dios, debemos
entender ejemplos similares de decepciones particulares o generales para
señalar que al fin y al cabo han demostrado ser los más exigentes de Dios, los más creyentes.
Santo Tomás de Aquino
La idea de Dios no es una realidad científica, no está
probada racionalmente y por tanto es una idea subjetiva colectiva, una realidad
que puede ser perfectamente errada en la que cree toda una comunidad de
naciones y pueblos. Que esta idea inconsistente se ha utilizado para estafar y
engañar y sobretodo controlar a los seres humanos durante mucho tiempo no es
nada extraño.
Recordando a Santo Tomás y su exigencia empírica al Dios
cristiano cuando éste para que creyera en él le dijo que metiera su dedo en la
llaga, y le nombraron santo; es comprensible que a los Ateos y a los Agnósticos
se nos tenga en consideración, ya que si Santo Tomás para creer en Dios y ser
nombrado santo necesitó pruebas fehacientes, hechos probados, realidad
empírica, es normal que a nosotros se nos tenga que dar al menos la misma
oportunidad que tuvo Tomás, porque es normal “No creer, si no se ve”.
El racionalismo exige de verdades probadas científicas y por
tanto verdades objetivas, luego la idea de Dios no responde a estas demandas
quedando postergada a un simple hecho subjetivo compartido en las mentes
colectivas derivada de la transmisión familiar intergeneracional como si fuera
una idea objetiva, cuando, repito, no lo es.
Bertrand Russell
El autor, pensador y filósofo Bertrand Russell explica la
existencia de la idea de Dios en las mentes colectivas como algo dado y no
probado, y realiza una analogía para que todos entendamos el proceso de
inmersión religiosa de toda una sociedad.
El ejemplo de la tetera de Russell es verdaderamente
característico. Imaginad que nos han dicho que existe una tetera muy pequeña,
tan pequeña que no se puede ver, y que ésta da vueltas cual planeta en órbita elíptica
alrededor del sol. La Fe en la existencia de la tetera se extiende por toda la
humanidad, porque la gente interioriza esta creencia, pero en realidad nadie la
ha visto, ni ha probado su existencia de forma científica y objetiva. De este
modo la Fe en la tetera se va extendiendo y se va heredando como elemento
cultural intergeneracional, hasta que llega alguien como Bertrand Russell y
decide probar la existencia de la pequeña tetera que orbita de forma elíptica
alrededor del sol.
Afirma Russell que la probabilidad que exista Dios
es la misma que exista dicha tetera de la que hablamos antes.
La propia idea de un Dios creador del TODO (Bien y Mal), ya
dice mucho de las características de la religión en general, pues nos hablan de
un Dios bueno y todopoderoso que al mismo tiempo es malo, injusto y cruel. Algo
falla en las religiones generadoras de las mejores cosas en la mente humana
pero también autora de grandes barbaries en nombre de Dios. ¿Incoherencia
quizá? ¿falta de razocinio? ¿poder de la sinrazón? ¿explicar lo inexplicable?
San Agustín
El caso es que un Dios bueno y perfecto no puede bajo ningún
modo en la lógica racional ser al mismo tiempo un Dios cruel e imperfecto autor
de enfermedades y catástrofes que ni siquiera el ser humano es autor, sino
víctima. ¿Qué clase de Dios bondadoso y misericordioso obra de semejante modo?
El maniqueísmo en sus diferentes versiones trataron de responder a esto,
afirmando que Dios es el Bien, y que el Mal viene de otro lugar. Entonces Dios
ya no sería autor de toda su obra, sino tan solo de una parte de la misma y
habría un sesgo porque se discutiría su ser todopoderoso, porque le ha sido
imposible impedir el Mal en la humanidad. San Agustín de Hipona, antes de ser “San”,
durante su juventud compartió las ideas maniqueas y el catarismo, mucho más
inteligente para explicar una dualidad real. Posteriormente se convirtió en un
fundamentalista de la sin razón, cuando quiso renegar de su pasado racional
basado en el dualismo maniqueo.
Santiago
Así la trayectoria
evolutiva personal de muchas personas que estaban convencidas de la existencia
de un Dios se vuelve decepcionante debido a las exigencias que ellas mismas se
dieron así y lo más importante, lo que esperaron de ese Dios. La imposibilidad
de la bidireccionalidad en esta relación con Dios, la unidireccionalidad, el
diálogo de sordos, llevó a una buena parte de la población a ser agnóstica y
atea porque esperaban algo más en función de lo que se les había explicado
cuando les hablaron de la existencia de los “Reyes Magos”. Si hasta Santo Tomás
tuvo su oportunidad empírica de comprobar la existencia supuesta de ese Dios
del que hablan los cristianos, no tiene sentido seguir esperando una
bidireccionalidad que en el caso de Santiago, en vano esperas “el abrazo del
Santo” cuando todo el mundo lo abraza.
Los decepcionados de Dios posiblemente hemos sido los que
hemos creído en él con mayor celo, y descubierta la mentira, la falsedad y la
manipulación histórica y actual que se ha hecho de ese supuesto Dios, somos los
desengañados de Dios.
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