Asistimos al choque de trenes impulsado por un gobierno de Madrid
ciego, mudo y sordo que repite como loco el nombre “sagrado” de la Constitución
Española, violada tantas veces para lo que han querido PPSOE.
Catalunya quería regirse por sus leyes, por su propia
Constitución. El pueblo de Catalunya votó y aprobó en su día un Estatuto que
fue brutalmente recortado por el Tribunal Constitucional, instrumento de la
partitocracia bipartidista que politiza la justicia y recorta libertades.
Querían cupo catalán, se lo negaron, querían realizar una
consulta popular para ver la opinión de la población catalana al respecto,
también se lo negaron.
Catalunya no ha sido escuchada, ni entendida, y Madrid solo
ha generado en estos últimos 10 años un incremento de independentistas.
A pesar de existir en el seno de la opinión pública española
posiciones federalistas e incluso confederalistas como las defendidas por el
Partido Carlista, en realidad la mayor parte de la voluntad política española
no refleja ese respeto por un verdadero discurso federalista, que al mismo
tiempo han manchado con la existencia y vigencia Constitucional ya que responde
a un falso federalismo de autonomías encorsetado por una Constitución Española
que se interpreta para negar la Nació Catalana, recortar su Estatuto aprobado e
impedir la consulta popular.
La Dinastía Carlista está por la Consulta popular, porque al
pueblo siempre hay que escucharlo. No ha sido la primera vez. Durante la Edad
Media y Moderna era costumbre del Comte de Barcelona escuchar a la ciudadanía a
través de cuadernos de quejas y demandas o peticiones que el pueblo hacía.
Se ha producido una consulta el 9 de Noviembre, pero la
realidad es que el gobierno uniconstitucionalista de Madrid la ha boicoteado
afirmando incesantemente que es era una consulta ilegal. Ello ha posibilitado
que de los 5.400.000 catalanes que estaban llamados a las urnas, hayan votado a
favor de la independencia respondiendo doble SI unas 2.250.000 personas.
La gente está hastiada, cansada de un gobierno central que
no les escucha, que no formula nuevas propuestas políticas para salir del mismo
agujero, y responde únicamente con temas sociales e incumplimientos del
gobierno de Catalunya que responden a políticas neoliberales capitalistas que
el Partido Popular ha aplicado en el resto de España. Si tanto al PP le
preocupa la Sanidad Catalana, la Educación Pública Catalana,… debería haberse
tomado más en serio el Cupo Catalán cuando el gobierno de CiU se lo propuso con
el objetivo de calmar las aspiraciones
independentistas. Pero no lo hizo.
El Partido Popular y Ciudadanos, han jugado a nombrar ilegal
a la voz de un pueblo, y ha servido para que ni siquiera sus propios votantes
fueran a votar NO. Pero la fuerza de las urnas es la voz del pueblo, que se le
ha impedido votar. Este simple hecho favorece la causa secesionista.
Pero nosotros los carlistas llevamos 181 años proponiendo un
modelo confederal basado en una Monarquía Ibérica pactista, polisinodial,
compuesta y territorial en la que Catalunya sea Estat propi, tenga su propia
constitución foral y que ningún gobierno de Madrid le diga a los catalanes lo
que tienen o no tienen que hacer.
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