El domingo 27 de Abril han sido Santificados dos Papas por
el actual Papa Francisco I. Se trata de quien fuera Juan XXIII y Juan Pablo II.
El primero fue generador y precursor del desarrollo y puesta en escena de una
línea progresista dentro de la Iglesia católica, reduciendo el dogmatismo y los
elementos reaccionarios y ultramontanos de la Iglesia a través del Concilio Vaticano
II.
Tras la muerte de Juan Pablo I en
extrañas circunstancias y tras 33 días de “reinado” pontificio, fue elegido
Juan Pablo II, que si bien se caracterizó por su popularidad, llamado también
el “Papa Viajero”, representó un reinado anticomunista y antisocialista opuesto
a los países soviéticos y a las corrientes progresistas de la Iglesia Católica
como era la Teología de la Liberación. Todos recordamos la reprimenda dada a
Ernesto Cardenal por Juan Pablo II tras la visita a la Nicaragua Sandinista, por
su oposición a las buenas relaciones de los Católicos de aquel país con los
comunistas. Sin embargo Juan Pablo II no dudaba en hacer una visita oficial a
Chile y dar la comunión al dictador Pinochet.
Su anticomunismo le llevaba a
obrar así. También se le critica por el hermetismo de las finanzas vaticanas y
las corrupciones derivadas de las mismas aparecidas recientemente con los
escándalos del Banco Vaticano; y como tapó los casos de pederastia del líder de
los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.
En cualquier caso se ha tratado de contentar a los sectores
ultraconservadores y progresistas de la Iglesia Católica santificando a Juan
XXIII y a Juan Pablo II.
Pero si miramos al pasado de las santificaciones de la
Iglesia, podemos ver por ejemplo al famoso “San Cirilo de Alejandría”,
santificado y considerado también padre de la Iglesia Católica, uno de los
personajes y líder de los Parabolanos, integristas cristianos radicales que protagonizaron
la destrucción de la Biblioteca de Alejandría y el asesinato vil de Hipatia de
Alejandría, filósofa, pensadora y astrónoma que puso en evidencia antes que las
leyes de Keppler la trayectoria planetaria alrededor del sol en forma elíptica.
"San Cirilo de Alejandría"
La cerrazón y el integrismo radical cristiano muchas veces
ha sido premiado con la santificación de verdaderos cobardes y asesinos como
Cirilo de Alejandría líder del movimiento cristiano parabolano junto con otros
locos que veían e interpretaban las
palabras de Jesucristo en clave de guerra, miseria y derramamiento de sangre
haciendo de la religión la confrontación social para la imposición hegemónica,
ortodoxa e incuestionable de una determinada visión del mundo, siendo “legítimas”
matanzas de gente inocente que simplemente no eran cristianos, ni compartían
esa filosofía de vida.
Gentes como “San Cirilo de Alejandría” no reflejan
precisamente las palabras y anhelos de paz expresados por Juan XXIII y Juan
Pablo II. Está claro que hablamos de épocas muy distintas, sin embargo todavía
hoy los hay en el seno de la Iglesia Romana algunos que siguen pensando que la
mejor forma de expandir el Cristianismo es el “modelo San Cirilo”.
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