Catalunya es sujeto político porque es una Nación, y por ello
tiene derecho a decidir, pero NO es un sujeto jurídico porque éste
recae en su Legítimo Conde de Barcelona, don Carlos Javier I de
Borbón.
Ésta es la razón por la cual no se puede romper el vínculo, el
Pacto Dinastía-Pueblo que defendemos los Carlistas, y menos aún
hacerlo de manera unilateral.
Hay que restablecer las Constituciones Catalanas, y las
instituciones históricas de Catalunya, incluyendo la monarquía
catalana, y ello implica la permanencia del vínculo entre el
Pueblo de Catalunya y su Conde de Barcelona. El Pueblo de
Catalunya ostenta ser sujeto político, mientras que su Conde es
sujeto jurídico. Catalunya, el Pueblo de Catalunya, no puede
hacer recaer en él ser a la vez sujeto político y jurídico al mismo
tiempo.
Esto no es posible porque vulnera la Tradición Constitucional del
Principat de Catalunya.
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