



Por otro lado recordemos que la incorporación de las nuevas tecnologías en los sistemas productivos y por tanto de la nanotecnología, nos retrotrae salvando las distancias al proceso intensivo de capital llevado a cabo en el siglo XIX por la burguesía capitalista, y ello supuso prescindir de mano de obra trabajadora especializada, por otra minoritaria cualificada. La introducción en el proceso productivo de la nanotecnología impone la necesidad de dejar de lado la economía fisiocrática para adoptar otra forma económica basada en los microchips y la robótica de los ordenadores y computadores aplicables a todos los campos económicos inimaginables pero con el coste de oportunidad de renuncia de la economía real ecológica natural tradicional. Y no solo esto sino que dicha introducción tecnológica impone un conocimiento exhaustivo y permanente para muchos trabajadores que se cualifican en este tipo de mano de obra asociada a la nanotecnología y su aplicación, ello elimina y margina a la mayor parte de la sociedad al acceder a puestos de trabajo, que por mucho que tenga acceso a Internet desconoce estas nuevas tecnologías, quedando sin trabajo por estar acostumbrados a un tipo de trabajo especializado. Es decir, por un lado tenemos un grupito de trabajadores minoritarios altamente cualificados por su conocimiento sobre las nuevas tecnologías y la nanotecnología, y por otro lado tenemos un gran grupo de trabajadores que no tienen esos conocimientos científicos, siendo en su mayoría trabajadores con puestos de trabajo que van desde la especialización hasta un bajo grado de cualificación asociado a tecnologías obsoletas, quedando finalmente dos grupos bien definidos uno perteneciente al G-8 asociado a las nuevas tecnologías y a la nanotecnología y al proceso cualificador de parte de sus trabajadores más capacitados y avanzados que son una minoría privilegiada, y por otro lado trabajadores de los países empobrecidos que tienen puestos de trabajo muy especializados. La innovación constante y permanente que supone la globalización económica internacional para estar al día en la locomotora del liderazgo económico impone unos altos grados de competitividad, la asunción del riesgo y la introducción de nuevas tecnologías en el proceso productivo y de marketing publicitario y la máxima expresión de ello es Internet. No es de extrañar que la reacción de muchos trabajadores en el siglo XIX fuera la destrucción de las máquinas que les dejaban sin trabajo, y por tanto sin ingresos para alimentarse. La invención de las máquinas y las tecnologías y las nuevas tecnologías y ahora las nanotecnologías estaban basadas en la supuesta intención de hacer trabajar a las máquinas para que el ser humano se dedicara a la vida contemplativa y ociosa, sin embargo desde el siglo XIX hasta la actualidad observamos que la incorporación de maquinaria y nuevas tecnologías han servido para masificar la producción y concentrar la actividad económica empresarial en pocas manos recurriendo a la alienación del trabajador, prescindiendo al final del mismo a favor de la intensificación de capital y ahora de tecnología. ¿habrá que cualificar la mano de obra de todos los habitantes del Planeta Tierra para que tengan las mismas oportunidades? ¿Abandonarán los seres humanos la actividad agraria? ¿Inventaremos robots con la nanotecnología para que nos trabajen la tierra y luego reclamen además su “derechos roboticos” para tratarlos dignamente? ¿ Se sublevará la máquina contra el hombre? ¿hasta que punto el ser humano controla las tecnologías? ¿hasta que punto el ser humano juega a ser Dios? ¿ por qué el ser humano se empeña en transformar todo lo que le rodea queriendo perder su antigua relación con el Planeta Tierra sumergiéndose en la “capsula científica” jugando a ser Dios?
Podemos hacernos todas estas preguntas y muchas más al vislumbrar la rapidez de acción de un mal denominado progreso que puede convertirse a los efectos reales en un autentico retroceso. Como dice Al-Gore en su película: antiguos hábitos, refiriéndose a los hábitos liberales y capitalistas propios de la sociedad de consumo + nuevas tecnologías = destrucción del Planeta.
Hemos estudiado la globalización actual atendiendo a ejemplos y casos puntuales de los denominados “triunfadores y beneficiarios de la globalización” siendo estos empresas y elites privilegiadas, obviando los efectos negativos y perniciosos de la globalización; la brecha tecnológica de la pobreza es un efecto negativo y por tanto la nanotecnología se convierte en muy discutible para el Carlismo y los pequeños entes particulares y diferenciales amenazados por el proceso económico centralizador globalizador.
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