



Me parece muy bien que Google tenga a sus trabajadores en tan alta consideración al dejarles disfrutar de unas determinadas horas pagadas para relanzar la creatividad de los trabajadores, incluso para desarrollar la cooperación entre ellos, pues favorece el rendimiento de la empresa, pudiendo competir con Microsoft, bajo el lema utilizado: “el crecimiento que se comparte crece”. Pero la empresa, trata de hacerle creer al trabajador que ésta es muy importante en su vida y por tanto tiene que llegar el trabajador a dar la vida por la empresa, es decir, llegado el momento el trabajador sin darse cuenta convierte a la empresa en un miembro de su familia, de manera que puede llegar a descuidar a su verdadera familia para estar más tiempo trabajando para Google, porque si además Google le paga por ello, cualquier excusa será valida para preferir trabajar en Google que quedarse en casa con la verdadera familia.
Muchas empresas tratan de favorecer buenas condiciones laborales, pero estas son meramente ficticias pues nos pretenden hacer creer que se trata de unas condiciones laborales inmejorables cuando podrían ser mejorables; para que el trabajador no se preocupe de sus reivindicaciones colectivas, la empresa trata de hacerle creer a cada uno individualmente lo importante que es como pieza clave de la empresa. Esta les hace creer que son imprescindibles y así el trabajador individual sin darse cuenta queda atrapado por la red de la empresa sin ningún tipo de critica hacia la dirección, proyecta esas criticas hacia proyectos “creativos” dibujados en pizarras como si se trataran de “lluvia de ideas” que podrán comentar con sus compañeros de trabajo, su nueva familia, con la que preferirá estar.
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